Tel Aviv y Jaffa

Día 11 :TEL AVIV – JAFFA

 Lunes, 31 de diciembre del 2012

Hoy es nuestro último día del viaje a Israel y Palestina que llevábamos tanto tiempo planeando y por fin hemos realizado y conoceremos Tel Aviv y Jaffa, dos de los lugares que más interés teníamos para poder conocer de primera mano todas las cosas que hemos leído de ellos.
Aparte de ser un día especial porque es “ese” último día del viaje, tenemos que añadir que hoy es 31 de diciembre, hoy es el día que finaliza el año 2012, un año muy completo para Viajeros Callejeros.
Nos hemos despertado un poco más tarde de lo habitual, ya que hoy tenemos un día bastante duro por delante y una noche un poco movida porque justo debajo del Sun City Hotel hay un pub y el ruido nos ha desvelado varias veces.
Nuestro vuelo despega a las 5.30 de la madrugada hacía Barcelona y iremos directos al aeropuerto desde Tel Aviv para así ahorrar tiempo y una noche de hotel que este día se dispara de precio. Y total, teniendo que estar a las 2 de la mañana en el aeropuerto (recomiendan estar 3 horas antes por los controles) no podríamos aprovechar para nada la habitación.
Y, no vamos a mentir, con ese pensamiento del día que nos queda por delante, nos vamos a desayunar a una cafetería que hay un par de calles más arriba del hotel, para la que nos han dado un par de vales que incluyen un desayuno bastante completo.
Antes de salir del hotel, dejamos las maletas y reservamos un taxi que nos lleve al aeropuerto por 160 shekels. Con esta reserva nos quedamos tranquilos de que tendremos transporte, pese a ser el día de fin de año.
Ya nos habían confirmado que pese a que hay gente que lo celebra en Tel Aviv, por “calendario” no es un día en el que haya problemas para el transporte ni para restaurantes…etc.

Después de desayunar, sólo tenemos que seguir la calle Allenby, durante menos de 5 minutos para llegar a la playa.
Qué diferente se ve Tel Aviv a la luz del día!!
Una buena opción para conocer los lugares más imprescindibles de la ciudad es reservar esta visita con guía en español o este free tour por el casco antiguo de Jaffa ¡Gratis!.
Hoy tenemos un día de sol fantástico que hará mucho más duro despedirnos del que es nuestro último día del viaje a Israel y Palestina.
Nada más llegar a la zona de la Opera Tower, nos quedamos con la boca abierta, encontrándonos con una ciudad que imaginábamos de una manera totalmente distinta.

 

Si ayer ya decíamos que, en el camino al hotel con el taxi, Tel Aviv nos recordó a las playas de la costa oeste de EEUU, hoy, a la luz del día, nos recuerda muchísimo más.

Desde esta zona hasta Jaffa que es nuestro principal destino de hoy, tendremos que recorrer unos 2 kilómetros, que son los que nos separan.
Pero hoy tenemos todo el día para disfrutar de Tel Aviv y Jaffa, así que el tiempo no nos preocupa.
Nos cruzamos con gimnasios en plena playa, chiringuitos de playa tan famosos como el Banana, que le da nombre a una playa, también muy famosa…

 

Estamos a 31 de diciembre y la temperatura es de más de 18 grados. Tenemos que decir que en todo el viaje a Israel y Palestina no hemos pasado frío, pero tampoco calor. Hemos tenido unas temperaturas y un tiempo buenísimos que nos han hecho disfrutar muchísimo más, si cabe, de este viaje.
Pero hoy no podemos aguantar el abrigo que nos ha acompañado durante estos días y a los pocos minutos de estar en el paseo marítimo, tenemos que guardarlos en las mochilas.

A medida que vamos avanzando nos damos cuenta de lo diferente que es Tel Aviv del resto de ciudades que hemos visitado en este viaje a Israel y Palestina y incluso nos sorprende ver el color tan azul con el que nos recibe este trocito de Mediterráneo que aún no conocíamos.

Otra de las cosas que nos sorprende es la cantidad de gente que hay en la calle y en este paseo.
Vemos que igual que la mayoría es turismo local y gente de la ciudad que aprovecha el día de hoy para hacer deporte, pasear…
Llevamos poco más de una hora paseando y hemos cargado las pilas al 100%.

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Incluso parece que hemos cambiado de país! No es que los días anteriores no nos hayan gustado, al revés, pero al no esperar Tel Aviv así, nos hemos sorprendido gratamente.

Llegamos a un punto del paseo donde hay unas rocas donde vemos la posibilidad de sentarnos a descansar y sobretodo a contemplar la maravilla que tenemos delante.

 

 

El tiempo aquí se nos pasa volando y cuando miramos el reloj y vemos que los minutos no nos dan ni una pequeña tregua, decidimos darnos otro respiro y quedarnos un ratito más.

Aquí pasamos unos momentos muy especiales y volvemos a comprobar, que muchas veces no hay que estar ante grandes monumentos para sentirnos plenos.

Ha pasado algo más de una hora sin darnos cuenta y queremos visitar Jaffa antes de comer, así que nos ponemos un poco las pilas en este último tramo para poder cumplir esta idea.

 

Por más que lo intentamos, cada vez que vemos un banco o algún sitio donde irnos parando a contemplar el paisaje que tenemos delante, no podemos dejarlo pasar.

 

A medida que nos vamos acercando a Jaffa reconocemos el cambio de escenario que estamos a punto de vivir.

 

Otra de las cosas que nos llaman la atención es la cantidad de helicópteros que recorren la costa de Tel Aviv y Jaffa. Durante todo el tiempo que estamos aquí no parar de verse en el cielo de la ciudad.

Antes de ir a conocer la Vieja Jaffa, damos una vuelta por los alrededores del puerto y el faro.
El Puerto está en proceso de renovación, ya que estuvo abandonado durante mucho tiempo.

 

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Son algo menos de la 1 del mediodía y aunque ya no serían horas de comer nada, no podemos resistirnos a pedirnos 2 helados en el puerto por 40 shekels.

 

Y pasadas la 1 del mediodía llega el momento de introducirnos en la Vieja Jaffa, donde el aburguesado casco antiguo, sus vistas al mar, sus campanas sonando al viento, sus galerías, su ambiente relajado…Nos hacen trasladarnos a otro lugar durante el tiempo que recorremos sus calles.

Durante 4000 años, mientras Tel Aviv era un mar de dunas, Jaffa se alzaba como uno de los puertos más importantes del Mediterráneo.

 

 

Empezamos a recorrer las calles de Jaffa sin ningún sentido de la marcha. Sólo queremos pasear por estas calles que parecen sacadas de un cuento, salpicadas de galerías de arte, en las que nos paramos en más de un escaparate.

 

 

Éste está siendo el final perfecto para nuestro viaje a Israel y Palestina. Una visita relajada y tranquila de la que estamos disfrutando muchísimo.

 

 

A cada paso que damos nos encontramos con algún detalle que nos hace volver a disparar la cámara y pararnos a contemplarlo.
Nos cruzamos con varias parejas de novios, que con un fotógrafo recorrer las mismas calles que nosotros haciéndose ese reportaje de fotos que desea cualquier pareja de futuros casados.

Después de recorrer varias veces las calles de Jaffa llegamos a una loma, que está cubierta de hierba, los Jardines de HaPisgah.

 

Cuando nos volvemos a mirar el reloj ya son las 3 de la tarde y es momento de irse a comer!!
Antes ya le habíamos echado el ojo a un restaurante del puerto y nos vamos directamente hacia allí, donde tenemos que esperar 5 minutos para poder comer en la terraza.
Hoy, que tenemos todo el tiempo del mundo, es nuestro último día del viaje a Israel y Palestina y es el día de Fin de Año, vamos a darnos un buen homenaje!

Pedimos 2 menús, uno de calamares y otro de kebab que tienen unos entrantes impresionantes y con los que nos ponemos las botas por sólo 182 shekels.

Durante la comida volvemos a ver esos helicópteros que no han parado de controlar lo que sucede desde que empezamos a pasear e intuimos que siempre están…

Cuando ya son casi las 5 de la tarde y falta muy poco para el atardecer, decidimos que es el momento de volver a Tel Aviv, después de haber disfrutado como enanos en Jaffa y ver el atardecer en el paseo.

En el camino de vuelta pasamos por un local, un tanto destartalado, que anima el paseo de Jaffa al ritmo de la música de Fiebre del Sábado Noche. Vemos como un hombre, de unos 80 años, se baja de su carrito y en medio del paseo, se pone a bailar…
Él será “nuestra persona” de Jaffa. Cada vez que recordemos este día, lo recordaremos también a él y a esa vitalidad que durante dos minutos nos recargó las pilas a todos los que estábamos allí.

A medida que vamos avanzando hacía Tel Aviv nos cruzamos con ese atardecer que teníamos tantas ganas de ver en esta ciudad.
Volvemos a sentarnos en unas rocas y allí esperamos a que pase…
Éste será nuestro particular atardecer en nuestro viaje a Israel y Palestina.

 

Volvemos a cruzaros con muchas parejas que se hacen los reportajes de boda al abrigo del atardecer y que animan el paseo que nos llevan de vuelta a Tel Aviv.

 

Son las 6 de la tarde y aunque aún nos quedan unas horas para coger el taxi que nos lleve al aeropuerto, nuestras mentes ya tienen ese estado de “vuelta a casa” que suelen tener el día que finaliza el viaje.
Una vez que llegamos al edificio de la Opera, avanzamos hasta el Sun City Hotel y llegamos hasta el Mercado del Carmel, que está a poco menos de 5 minutos y allí pasamos un buen rato, entre frutas, verduras y mucho colorido.
Ha llegado el momento en el que hacer tiempo se convierte en un objetivo y lo hacemos en una pequeña cafetería de la calle Sheinkin, donde antes de dar una vuelta por las tiendas, paramos para tomar un par de refrescos.
Cuando nos levantamos son las 8 de la tarde y nos vamos hacía la zona de los Centros Comerciales, donde nos perdemos por las calles, viendo como en la mayoría de bares ya están preparando la fiesta de esta noche…hoy cambiamos de año!!
Sin sacar el plano volvemos a llegar a la zona del paseo marítimo, pero mucho más al norte de la zona de nuestro hotel, así que encontramos el momento de recorrer la costa a la luz de la luna y rodeados de hoteles de lujo, que miramos de reojo, pensando que no estaría nada mal pasar las horitas que nos quedan en una de sus habitaciones 😉
Y así llegan las 10 de la noche y volvemos al Sun City Hotel, donde estamos un rato aprovechando la conexión a internet para ponernos al día y viene a recogernos el taxi que nos lleva deja en el aeropuerto en 20 minutos.
Pasamos los controles de seguridad sin ningún problema, después de enseñar los pasaportes y contestar a unas cuantas preguntas como cuál es nuestra relación, a qué hemos venido, si conocemos a alguien en el país…
Tenemos que decir que para nosotros estos controles han sido rápidos y para nada incómodos, pero vemos gente a la que les abren las maletas y les sacan toda la ropa, miran portátiles…etc.
Así que tenemos que recomendar que lo mejor es ir con algo más de 3 horas por si esos registros “te tocan” tener tiempo de sobra…
Y sin darnos cuenta miramos el reloj y vemos que faltan unos minutos para las 12 de la noche, para el cambio de año y miramos a nuestro alrededor, viendo que nadie está mirando el reloj, sólo nosotros.
Intuimos que no es algo importante para la gente que nos rodea. Realmente para nosotros tampoco.
No somos personas de celebrar especialmente la navidad o el Fin de Año, ni tampoco otras fiestas impuestas por el calendario o la sociedad.
Somos personas que celebramos el día a día, la vida y celebramos el poder hacer lo que realmente nos gusta.
Faltan unos minutos para que acabe el año…y estamos VIAJANDO.

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