En tren de La Spezia a Monterosso en Cinque Terre

Día 2 : PISA – LA SPEZIA – MONTEROSSO

Viernes, 21 de junio del 2014

Esta mañana toca volver a madrugar como en todos los viajes de Viajeros Callejeros y más en esta ocasión en la que a las 8.26 de la mañana tenemos un tren de Pisa a la La Spezia para después volver a coger otro tren de La Spezia a Monterroso.
Esta es una de las pocas veces que en Italia optamos por el tren como medio de transporte y tenemos que decir que la web oficial de trenes, la verdad es que nos ha resultado bastante poco intuitiva, por lo que buscando diferentes opciones encontramos a Go Euro que nos ha permitido hacer la reserva de todos los trenes de Cinque Terre en sólo unos minutos de una forma muy fácil e intuitiva.

Bajamos a desayunar al salón de desayunos del Hotel Moderno a las 7 en punto de la mañana y poco antes de las 8 estamos volviendo a la Estación Centrale de Pisa, donde llegamos ayer.
El tren de Pisa a La Spezia tarda 1.14 minutos aproximadamente, pero por 2 euros más hemos reservado un tren rápido, con asiento numerado, que nos llevara de Pisa a La SPEZIA en 43 minutos. Ya le hemos rascado al día casi 45 minutos.
Llegamos a la Estación Central de Pisa unos minutos antes de las 8 y vamos directamente a las máquinas a retirar los billetes, ya que la reserva por GoEuro sólo te da un código impreso en un papel que después debes introducir en las máquinas para que te den los billetes.
Una buena opción si os alojáis en Florencia y sólo disponéis de un día es reservar una excursión a Cinque Terre en bus o esta excursión a Cinque Terre y Pisa en tren, ambas con guía en español.
Como tenemos aún tiempo, aprovechamos para retirar todos los billetes que necesitáremos estos días y nos llevamos la sorpresa que el único que tiene asignada fecha y hora es el tren de Pisa a La Spezia porque era el de asiento reservado, el resto se pueden utilizar en 2 meses.
Eso nos va genial ya que a la hora de resevar trenes a través de GoEuro lo hicimos con unos horarios aproximados, que sabíamos nos obligarían a adaptar el planning en el momento.
De esta forma podremos modificar los horarios a nuestra conveniencia, sin tener que adaptarnos a los horarios de los trenes.
El tren sale puntual a las 8.26 de la mañana por la vía 5 y bajo un día precioso nos ponemos en marcha en el tren de Pisa a La Spezia.
Por cierto, como observación os decimos que no os olvidéis de validad los tickets de tren en alguna de las máquinas de la estación, porqué si no lo hacéis y os pilla algún revisor, multa al canto (ya veréis más adelante que a nosotros nos pasó).

Llegamos a La Spezia a la hora prevista y después de un error que casi nos lleva a montarnos en otro tren, eso de mirar el panel de llegadas en vez de salidas puede llevar a confusiones de este tipo, vemos que el próximo tren coincide exactamente con la hora de reserva que habíamos hecho con GoEuro, así que nos vamos a la vía 3 donde a las 9.48 de la mañana llegará nuestro tren de La Spezia a Monterosso.
Y llega el tren y con el la acumulación de gente que intenta hacerse sitio sin sentido y gritos, los gritos de la típica guía de grupo con un paraguas que intenta bajo todas las artimañas, que el grupo de 50 personas no se separé nos montamos en el tren de La Spezia a Monterosso.

A ver señora del paraguas naranja? Usted se cree que en pleno junio, en un tren de Cinque Terre va a ser capaz de controlar a 50 personas mayores de 60 años. Yo no apostaría ni un céntimo por eso.
Pues después de conseguir hacernos un sitio en el tren de La Spezia a Monterosso, os podéis imaginar el panorama. Grupo justo al lado nuestro a gritos y dando golpes de mochila a todo lo que se mueva. El viaje de tu vida en pocas palabras.
Suerte que son sólo 10 minutos de trayecto lo que tarda el tren de La Spezia a Monterosso. Creemos que nunca habíamos hecho un viaje tan corto en tren que nos hubiese parecido tan largo.
En el trayecto en tren de La Spezia a Monterosso, el cielo empieza a nublarse y corre algo de viento, esperemos que se arregle en breve y nos permita disfrutar del primer día del viaje a Cinque Terre.

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Y así llegamos a la que será nuestra base los próximos 2 días del viaje a Cinque Terre, donde tenemos nuestro hotel en Monterosso.

Si solo dispones de un día puede ser una buena opción para conocer la historia y curiosidades de Cinque Terre reservar esta excursión en tren con guía en español desde la Spezie.
Lo primero que hacemos es parar en la Oficina de Turismo de Cinque Terre, justo al lado de la estación de trenes, para coger información sobre los senderos de trekking de Cinque Terre.
Y nos llevamos al sorpresa cuando nos informan que todos los senderos de Cinque Terre están cerrados a causa de los desprendimientos del 2013, menos el que va de Monterosso a Vernazza.
Esto nos hace tener que volver a replantear el planning completo de los días que estemos aquí así que decidimos no comprar aún la carta de Cinque Terre que cuesta 13.50 euros por persona sin servicio de tren y 23 euros con el servicio de tren incluido.

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Al sólo tener un sendero abierto, tendremos que coger más trenes para desplazarnos, por lo que preferimos llegar al hotel y tranquilamente decidir qué haremos.
Y replanteando que haremos estos días nos vamos hacia el hotel en Monterosso, el Hotel Souvenir, que está a 500 metros de la estación.
Al final llegamos al hotel después de dar unas cuantas vueltas y preguntar varias veces, ya que esta bastante escondido y hasta que no te orientas es difícil ubicarte en el pueblo.
Nos encontramos con un rincón lleno de encanto, con un patio con un diseño con mucho gusto, que ya sabemos que será nuestro punto de descanso al acabar el día.
Después dejar nuestras maletas en recepción, ya que aún no está lista la habitación, decidimos ir directamente al sendero que lleva de Monterosso a Vernazza, que se encuentra a mano izquierda del pueblo y empezar el recorrido por Cinque Terre.
Nada más empezar el sendero de Monterosso a Vernazza me doy cuenta que me va a ser difícil llevarlo para adelante (Vanessa).

Hay bastante altura y sólo unas vallas te separan del precipicio, por lo que el vértigo y unas sandalias que no son precisamente de trekking, no son de gran ayuda.
Decido justo en la taquilla de control de la carta de Cinque Terre, que lo mejor es que yo me vaya en tren desde Monterosso a Vernazza y Roger haga el trayecto de Monterosso a Vernazza, ya que él si que se ve capacitado para hacerlo.
Quedamos en la estación de tren de Vernazza a las 2 del mediodía. Ahora son las 12 de la mañana, así que tenemos tiempo suficiente los dos para llegar al punto de encuentro.
Yo aprovecho antes de volver a la estación a dar una vuelta por Monterosso, hacer algunas compras y deleitarme haciendo fotos y disfruto porque no decirlo, de esos momentos de viaje en solitario que muchas veces son necesarios.

A las 12.42 de la mañana hay un tren de Monterosso a Vernazza así que 10 minutos antes estoy en la estación dispuesta a coger el tren que me llevara, esta vez sola, al siguiente pueblo de Cinque Terre.

En 4 minutos el tren me deja en Vernazza y nada más salir de la estación decido que este es mi lugar en Cinque Terre.

Tiene ese aire decadente, con la pintura de las casas desmoronándose, que me enamora en el momento en el que pongo un pie en sus calles.
Vernazza es un conjunto de colores que invitan a no parar de disparar la cámara.
Hay ropa tendida en las ventanas que adornan unos edificios que parecen querer contar historias a cada persona que se para delante, mirando hacia arriba para tener la mejor perspectiva de los tendederos.

Aún me queda más de una hora hasta la hora que he quedado con Roger, así que decido ir a perderme por las calles de Vernazza con el único objetivo de escuchar, oler y sentir Cinque Terre.

Mientras yo estoy disfrutando de unas calles y un ambiente de lo más acogedor en las calles de Vernazza, Roger está sudando la gota gorda, nunca mejor dicho, en el sendero de Monterosso a Vernazza.
Por lo que me cuenta se necesita estar en buena forma física para hacerlo y hay puntos en los que el vértigo te puede jugar una mala pasada.

Otra de las cosas que me cuenta es que las mejores vistas de Vernazza las tienes justo al final del sendero, pocos metros antes de pasar la taquilla de control, por lo que nos planteamos que según vaya el día, intentaremos subir hasta allí, a ver si a mi me dejan pasar a hacer ese tramo.

Media hora antes de lo acordado me encuentro con Roger en las calles de Vernazza y después de estar un rato comentando el trekking para el que ha pagado 7.50 euros por un día de la carte de Cinque Terre y por las explicaciones y las fotos, como he dicho antes, suerte que no he ido si no seguro que lo hubiese pasado mal con el vértigo que tengo.
Siendo la hora que es nos vamos a comer al Blue Marlin Bar, un local ubicado muy cerca de la estación donde pedimos una pizza, una focaccia y una brushetta di pesto, más cerveza y coca cola y dos expressos por 23.40 euros.

El ambiente en la parte interior del Blue Marin Bar es excelente, con música de fondo perfecta para una sobremesa italiana.
Os habíamos dicho que nos encanta Italia? Y que nos pierden la pizza y la pasta? Y ahora en este viaje a Cinque Terre, esto no podía ser de otra forma.
Pasadas las 3 de la tarde nos vamos a recorrer las calles de Vernazza, volviendo esta vez juntos, a la zona del puerto donde hacemos fotos y más fotos. Ésta es una de las zonas más fotogénicas del pueblo y no podemos dejar de tomar instantáneas desde todos los ángulos.

Nos sentamos en un saliente y aprovechamos para tomar un rato el sol junto a cientos de personas que se agolpan en el asfalto con sus toallas.
Después de esta breve parada nos vamos al Castillo A Doria de Vernazza, donde pagamos 1.50 euros por persona por entrar.

La visita es rápida y no podemos negar que no hayan buenas vistas de Vernazza, pero tampoco creemos que sea un lugar imprescindible si no tienes mucho tiempo en el pueblo.

Volvemos a bajar a la altura del mar, mientras nos perdemos por unas calles y unos rincones espectaculares, con un ambiente que nos enamora y llegamos a una playa que es una delicia.

Quizás esta sea la mejor forma de conocer, o al menos para nosotros, los pueblos de Cinque Terre, perdiéndote por las calles y disfrutando de la tranquilidad que hay en el momento que te alejas de los puntos más turísticos.

Una vez en la zona del puerto y con una calor que cada vez aprieta más, paramos a comer un par de helados y un agua por 5.50 euros.
La verdad es que nos están sorprendiendo los precios ya que pensábamos que sería bastante más cara esta zona de Italia y estamos comprobando que tienen precios bastante ajustados.

Después de este kit kat Roger me vuelve a recordar que pocos metros después de la taquilla de control del sendero de Vernazza a Manarola hay unas buenas vistas del pueblo, por no decir las mejores, así que nos decidimos a subir comentándole a la chica de la taquilla si me deja pasar unos metros para hacer algunas fotos aunque yo no tenga entrada.
No nos pone pegas, al revés, nos dice que nos tomemos el tiempo que nos haga falta, así que no lo dudamos y para allá que nos vamos.
Y a las 4.30 de la tarde, con todo el sol de pleno, allá vamos escaleras arriba.

Suerte que después del esfuerzo las vistas lo recompensan con creces. Sólo tenéis que ver las fotos y juzgar vosotros mismos.

Pasadas las 5 de la tarde volvemos a bajar y ya nos vamos directos a la estación para coger el tren de Vernazza a Monterosso y ir al hotel a darnos una ducha para volver a «ser personas» de nuevo 😉
Y así es como nos dan las 7 de la tarde cuando volvemos a salir, esta vez a pasear sin rumbo fijo por las calles de Monterosso, un pueblo bastante más grande que el resto de los que componen Cinque Terre y con algo más de infraestructura, tanto en alojamientos como en restaurantes.

Nos encanta el ambiente que se respira en estos pueblos italianos, en los que a estas horas de la tarde es típico el aperitivi y perderse en las charlas alrededor de una copa y unos snacks.
Aprovechamos para visitar la Parroquia de San Giovanni, que nos recuerda muchísimo a muchas de las que hemos visto en Italia, como en el viaje a La Toscana.

Empieza a caer la luz y Monterosso toma un ambiente aún más especial si cabe.
Y cuando empezamos a notar el olor en los cientos de restaurantes de Monterosso, no podemos evitarlo y después de unas cuantas vueltas, nos quedamos en el Restaurante Ely, donde pedimos un par de risotto di mare con agua por 35 euros. Podríamos decir que es uno de los mejores risotto que hemos comido nunca. Espectacular.

Esto es disfrutar y buena vida, sin duda alguna. O al menos para nosotros.
Acabamos de cenar y decidimos ir a dar una vuelta por el pueblo, para bajar la comida, a la luz de los faroles y después de un día de lo más completo, volvemos al Hotel Souvenir donde nos tomamos un café en la terraza antes de irnos a soñar.

Si dispones de más tiempo en Monterroso al Mare puedes reservar este tour en paddle surf o este en kayak que pasa por varios pueblos de Cinque Terre.

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