Hotel en Maldivas

Día 23 : MALDIVAS (DIAMONDS THUDUFUSHI BEACH BUNGALOW) – MALÉ – DUBAI

Sábado, 13 de julio del 2013

Hoy es nuestro último día en las Islas Maldivas y no vamos a engañaros si decimos que tenemos no poca, sino mucha morriña sólo de pensarlo. Y con este último día, también llega el momento de abandonar nuestro hotel en Maldivas.
Sri Lanka para nosotros ha sido un viajazo, pero poder combinarlo con estos días en Ari Sud en las Islas Maldivas ha sido todo un privilegio. Y qué podemos decir de nuestro hotel en Maldivas, el Diamonds Thudufushi: impresionante!
Parece que fue ayer el día que llegamos a las Water Villas y nos quedamos con la boca abierta, impresionados con todo lo que teníamos a nuestro alrededor.

El ritmo en las Islas Maldivas y en el Diamonds Thudufushi es diferente al resto de los lugares donde hemos estado.

Sí que es cierto que en esta parte del mundo, el ritmo de la vida se contempla bajo otras medidas, pero aquí, especialmente, todo está sumamente cuidado y dedicado al “invitado».
El hotel en Maldivas tiene como especial propósito que te sientas como en casa.
Alguno de estos días nos hemos fijado hasta en los camareros, es increíble como atienden todas las mesas en su justo momento, pero en ningún caso los ves estresados o correr…parece que están disfrutando de lo que hacen y tienen ese gesto en la cara que no te permite estresarte por nada.
Una de las cosas que nos llevamos de este viaje a Sri Lanka y Maldivas es el convencimiento de que somos muy afortunados por poder hacer esto y vivir de lo que nos gusta hacer realmente.

Hoy, aunque sea el último día que pasamos en las Islas Maldivas, no dejamos pasar el desayuno y después de cargar energías para enfrentarnos al regreso a casa, pasamos la mañana dedicados a tomar lo últimos rayos de sol y dar los últimos paseos por la isla de Thudufushi y como no, a disfrutar de nuestro hotel en Maldivas.

 

Siendo ya el último día y mirándolo todo con la perspectiva de la experiencia, tenemos que decir que para nosotros la combinación de 2 noches en Water Villa y 3 en Beach Bungalow ha sido perfecta, aunque tenemos que admitir que nos ha gustado bastante más la experiencia de las Water Villas, por lo que si alguna vez tenemos la suerte de volver, está clarísimo que ampliaremos días de alojamiento en ellas…
El tema de elegir un resort en Ari Sud y tener que hacer el traslado en hidroavión también ha sido todo un acierto, porque la experiencia ha sido fantástica.
A parte del Todo Incluído, que igual que el resto de elecciones, para nosotros ha sido la mejor opción que hemos podido escoger.
La verdad es que estas son las 3 cosas que más nos habían recalcado que no hiciésemos o que no nos recomendaban y sin embargo, para nosotros ha sido todo un acierto.
No podemos hacer otra cosa que recomendar especialmente el que ha sido nuestro pequeño paraíso estos días, nuestro hotel en Maldivas, que aunque sabemos que hay cientos, Diamonds Thudufushi, será un nombre que no olvidaremos nunca.

Damos los últimos paseos por las playas del Diamonds Thudufushi, sabiendo que son las últimas horas que nos quedan para seguir disfrutando del paraíso así que antes de comer volvemos a nuestro Beach Bungalow, que nos han dejado ocuparlo hasta última hora como cortesía, para terminar de rematar las mochilas y dejarlo todo a punto para cuando vengan a buscarlas.
Antes de comer, para seguir los hábitos que hemos contraído desde que llegamos, vamos al bar de la playa a tomar algo y refrescarnos un poco y pasadas las 2 de la tarde, vamos a comer al Restaurante de la Playa.

Hoy nos tomamos la sobremesa con más tranquilidad si eso es posible y después del segundo café y viendo que ya son casi las 4 de la tarde, volvemos al Beach Bungalow, ahora sí que a recoger todas las cosas.
Faltan unos minutos para las 5 de la tarde y nos vamos a la recepción del Diamonds Thudufushi, donde ya vemos algunas parejas más que como nosotros tienen hora en el hidroavión que nos lleve a Malé de vuelta a casa.
Las despedidas nunca son buenas ni agradables y menos cuando se trata de la despedida del paraíso, así que mientras vamos cruzando la pasarela que nos lleva la dhoni, volvemos la vista atrás, primero hacia la que fue nuestra Water Villa y después hacia nuestro Beach Bungalow, esperando, por qué no, volver a verlos en otra ocasión…
Ahora los nervios que tenemos no son los mismos que teníamos el día que llegamos a Malé, ahora tenemos esas cosquillas que ya nos anuncian que volvemos a casa y a partir de ahora toca recordar uno de los viajes más increíbles que hemos hecho nunca.
El traslado en hidroavión del resort a Malé lo hacemos perfectamente, en hora y sin mal tiempo y volvemos a sobrevolar unos paisajes increíbles, que nos vuelven a dejar con la boca abierta.

 

No nos cansaremos jamás de ver estos atolones ni estas imágenes.

 

Antes de llegar al aeropuerto de Malé, hacemos dos paradas para dejar a gente, una de ellas es en el resort W y otra en Athuruga, por lo que volvemos a experimentar 2 amerizajes…esto nos está gustando!!!

 

 

 

A medida que en hidroavión se acerca al aeropuerto de Malé no podemos evitar sentir cierta decepción por no poder conocer la capital de las Maldivas, pero no podemos engañarnos y decir que el cambio de poder estar casi un día completo más en el resort, no nos ha gustado más!! 😉

A medida que sobrevolamos Malé y vemos la densidad de población que tiene la isla, más impresionados estamos.

 

Pasamos por el vertedero y nos miramos, pensando en la diferencia de un lugar a otro…
Aunque no podemos evitar pensar que desgraciadamente, para que exista una cosa, la otra no puede desaparecer.

 

Llegamos a la zona del aeropuerto de Malé donde nos deja el hidroavión y recogemos nuestras mochilas para montarnos de vuelta en el autobús que nos llevará a la terminal de aviones, desde donde embarcaremos rumbo a Dubai, que será nuestra escala antes de llegar a Barcelona.

 

 

 

Nos quedan poco menos de 4 horas hasta que salga nuestro avión, pero por tiempo y sobre todo porque ya empieza a oscurecer, decidimos que la visita a Malé tendrá que esperar para otra ocasión, así que aprovechamos para tomar algo, ya que una vez que pasas los controles, dentro del recinto de facturación, aunque parezca mentira no hay ni un triste lugar donde tomar algo.

 

En el aeropuerto de Malé pasamos esta última hora revisando algunos emails y porqué no decirlo, pensando en nuevos destinos hasta que después de facturar las mochilas, volvemos a pasar los controles y entramos en la famosa zona “tierra de nadie» donde encontramos muchísimas tiendas de souvenirs, bares…etc.

Antes de pasar a esta zona volvemos a ver que el turismo en las Maldivas es bastante dispar, tenemos desde los honeymoon, que son la mayoría, cargados con sus maletas recién estrenadas, hasta grupos inmensos de chinos que prácticamente ocupan todo el aeropuerto…
Y no nos olvidemos de las hordas de japoneses que vuelven más blancos de lo que llegaron porque no se ponen al sol.
Y después estamos nosotros, una combinación de otros muchos, que aunque siempre pregonamos que no nos gusta viajar con etiquetas, en esta ocasión no hemos podido evitar ponérselas a los demás…
Embarcamos en hora hacía Dubai y nada más sentarnos en el avión, nos miramos sabiendo que ahora sí que sí ha llegado el momento de volver a casa…
Estamos en las últimas horas de nuestro viaje a Sri Lanka y Maldivas…