Traslado de Fenghuang a Guilin

Día 17 : Traslado de Fenghuang a Guilin: Fenghuang – Huaihua – Changsa – Guilin

Domingo, 19 de abril del 2015

Son las 6 de la mañana y ya estamos en planta ya que hoy tenemos el traslado de Fenghuang a Guilin del que haremos la primera parte, de Fenghuang a Huaihua, donde cogeremos el primer tren del día con un coche que nos consiguieron ayer cuando llegamos al hotel después de disfrutar de Fenghuang y que entre vendrá a buscarnos entre las 8 y las 8:30 de la mañana.
Miramos por la ventana y una suave lluvia nos recuerda que ayer cuando miramos el tiempo, vimos como la lluvia parecía que iba persiguiéndonos, aunque sin alcanzarnos, detrás de cada destino en los que hemos estado en este viaje a China por libre.
Pocos minutos antes de las 8 de la mañana bajamos a la recepción del Fenghuang Melody Inn, donde se han portado excepcionalmente con nosotros, hacemos el check out y nos tomamos un café que nos sienta de maravilla. A las 8.15, puntuales como un reloj, el coche avisa al hotel que ya podemos salir y ponernos en marcha hacia Huaihua.
Y así empezamos el día de hoy, con el traslado de Fenghuang a Guilin.

Hoy partimos hacia otra de las zonas que mas ganas tenemos de conocer de China, Guilin y sus arrozales del Espinazo del Dragón.
Tardamos en llegar a la estación sur de Huaihua una hora y 45 minutos y después pagar nuestros 120RMB, al final nos ha costado más barato que el autobús de Fenghuang a Huaihua, contando que hubiésemos tenido que pagar un par de taxis más el bus, y pasamos los controles de la estación.
Volvemos a encontrarnos con lo mismo que en el resto de estaciones de tren de China, no hay cafeterías, sólo una pequeña tienda en la que venden snacks chinos envasados al vacío, que no sabemos identificar demasiado bien y en el piso superior un McDonald´s que pese a no tener McCafé y no tener dulces, sí que tienen café, así que aprovechamos para tomar otro por 10RMB y Roger una hamburguesa de pescado por 20RMB, con la que empieza la mañana con energía 😉
Hoy viajamos en primera clase. Por nuestra experiencia estos días atrás viajando en tren de Pingyao a Xi´an en segunda, porque como comentamos no había billetes de primera, creemos que primera clase no es para nada necesario. Con un billete de segunda clase es perfecto para hacer trayectos de varias horas. El sacar primera clase es únicamente necesario para los trenes nocturnos, ya que los compartimentos son de 4 literas y son cerrados (en segunda son de 6 literas y van abiertos).
Aunque nosotros esto no lo sabíamos antes de resevar, si no seguro que hubiésemos reservado todos los trayectos en segunda clase.
A las 10:40 de la mañana abren los pasos para acceder a los andenes y una vez acomodados en nuestros asientos de primera clase, corroboramos que pese a que los asientos tienen más espacio entre sí y el reposapiés es más cómodo, la diferencia de precio no es justificable.
Aún así, y ya que los tenemos, disfrutaremos de la primera clase 😉 De reojo vemos Bussines Class, justo al lado y vemos que es como la nuestra, cambiando sólo que los asientos son de piel en vez de tela como los nuestros.
Puntuales como siempre desde que empezamos nuestro viaje a China por libre, a las 11:00 partimos camino a Changsa, donde llegaremos a las 12:39 de la mañana y tendremos que esperar para coger un nuevo tren a las 14:09 rumbo a Guilin, donde en 3:29 horas llegaremos al próximo destino de nuestro viaje.
El tiempo está gris y chispea. El paisaje ha cambiado por completo en esta zona del país y recorremos montañas llenas de paisajes con unos tonos verdes que parecen sacados de cualquier película.
Puntuales a las 12.29 llegamos a Changsa y después de enseñar los billetes, que por suerte recogimos el segundo día que pasamos en Beijing y así no hemos tenido que preocuparnos más, por qué si no en cada estación tendríamos que haber pasado por las taquillas de recogida de billetes, con lo que eso significa sabiendo que no hablan nada de inglés.
Para coger el tren de Changsa a Guilin nos indican que tenemos que salir de la estación y subir a la parte alta que es desde donde salen estos trenes.
En la estación de tren de Changsa ya se percibe la magnitud de la ciudad y es que es enorme.

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Como no podía ser de otra forma y contando que nuestro tren llegara a Guilin a las 17:30 de la tarde, aprovechamos para comer algo rápido y esperamos que salga nuestro anden en las pantallas. Tened en cuenta que los nombres no salen en las pantallas en inglés, pero los números del tren y el anden sí, así que no es difícil deducir cuál es el nuestro. Y si no siempre hay algún policía y personal de la estación que te intentará ayudar de la mejor manera.
Unos minutos antes de la salida anuncian nuestro anden y allá que nos vamos a pasar de nuevo unas horas en nuestros asientos de primera clase.
Volvemos a salir puntuales y pasamos las siguientes horas entre lecturas y películas que llevamos en el Ipad y a las 17:15 de la tarde llegamos a la ciudad finalizando el traslado de Fenghuang a Guilin, quince minutos antes de lo previsto, y rodeados por un perfil de montañas impresionante. Este es el lugar donde nos alojaremos las próximas 2 noches, para descubrir los arrozales del Espinazo del Dragón antes de irnos a Yangshuo en un crucero por el río Li pasado mañana.
Salimos del tren y la sensación de calor y humedad nos invade, recordándonos hace un año cuando llegamos a Iquitos en nuestro viaje a Perú y el calor nos acompaño hasta el final del viaje.
Miramos el CityMaps2Go y vemos que nuestro hotel, el Guilin Riverside Hostel, esta a sólo 900 metros, así que tiramos de nuestras maletas y allá que nos vamos.
El ambiente que estamos viendo nos esta gustando y es que aquí todo parece más fluido. O será que quizás nosotros nos estamos acostumbrando a China?
Llegamos a nuestro hotel guiados por un chino que amablemente nos ayuda a encontrarlo y una vez hecho el check in, lo primero que hacemos es mirar la excursión que queremos hacer mañana a los arrozales del Espinazo del Dragón desde Guilin.
Cuando reservamos el hotel preguntamos por email y nos dijeron que el tour organizado, con guia en inglés, visita a las mujeres de pelo largo, comida y trekking más entrada a los arrozales era de 310RMB por persona. Pero queremos preguntar por un vehículo privado para ir más tranquilos y salir más pronto que la excursión organizada y también estar más tiempo en los arrozales.
Mañana es día festivo, por lo que es un poco mas caro, 50RMB más del precio total, pero el precio normal es de 800RMB con las entradas incluidas a los arrozales que son 100RMB por persona. El coche/conductor son 600RMB para ir desde Guilin a los Arrozales del Espinazo del Dragón, y esperarnos allí unas 4-5 horas para después volver de nuevo al hotel.
No lo pesamos demasiado y lo contratamos para mañana a las 7 de la mañana, decidiendo también que iremos a la zona de Dazhai, un pueblo menos visitado y turístico que Longshen, que es donde suelen ir todos los turistas.
Con esto ya cerrado, subimos a la habitación a darnos una ducha y vestirnos de verano y sobretodo ponernos las sandalias y retirar las botas de montaña que tanta calor nos estaban dando estas últimas horas y salimos a las calles de Guilin dirección a las Pagodas de la Luna y el Sol, símbolo de Guilin, que están a sólo 500 metros del hotel.

A estas horas ya están iluminadas y como en otros lugares nos llama la atención el colorido kitch que le dan a los monumentos estos chinos 😉

Las calles de Guilin están de lo mas animadas y cuando volvemos dirección de nuevo al hotel paramos en el Mercado Nocturno, que está a sólo un par de calles, donde aprovechamos para cenar en un restaurante noodles fritos al estilo Guilin, dumplins más agua y coca cola por 90RMB.

Y de buenas a primeras, como quién no quiere la cosa, empieza a caer un diluvio universal!!!
Nos toca esperar un buen rato bajo unos toldos improvisados que ponen los camareros y que cada vez van cediendo más y más, dando la sensación que no aguantarán la tormenta que está cayendo.
Después de 30 minutos y viendo que para un poco, decidimos dar una carrera y llegar a nuestro hotel que está a sólo 300 metros y no esperar más.
Y justo cuando estamos entrando en la habitación, empezamos a escuchar como vuelve a caer la lluvia como si no hubiese un mañana.
Y con el sonido de la lluvia repiqueteando en los cristales, rendidos como estamos, caemos en un profundo sueño.